El alcoholismo
Se llego el fin de semana se decía Ivette muy contenta por fin descansar, olvidarme de la escuela por un rato, salir a divertirme con mis amigos, a bailar a pasármela muy bien.
Era el sábado por la noche, muy contenta se arreglo para dirigirse a un antro donde se encontraría con sus amigos, pero antes de salir escuchó algunas palabras de su mama que jamás olvidaría: maneja con cuidado, regresa a casa temprano y sobre todo no tomes, no combines el alcohol con el volante.
Ya estando en la fiesta, bailo, sonreía, se divertía, todo parecía estar muy bien, hasta que sus amigos la invitaron a tomar; pero ella recordando las palabras de su madre no aceptaba, todos sus amigos le decían que no pasaba nada que si era una buena conductora podía beber y manejar; si embargo ella no accedió.
Ya faltaban diez minutos para las doce de la noche cuando decidió retirarse del antro, ella regresaba a casa muy contenta por haberse divertido sanamente y por el gran consejo que siguió de su madre. Pero nadie se imaginaria lo que le esperaba; de pronto escucho un ruido tan fuerte y su voz que gritaba con t6anta fuerza pero pareciera que nadie la escuchaba.
Después de un par de horas llamaron a casa de su madre para avisarle que fuese a reconocer el cuerpo de su hija ya que un chico que manejaba en estado de ebriedad la había hecho tener un accidente en el cual ella perdiera la vida.
jueves, 10 de junio de 2010
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